Enero
1.999
Otro juego más de estrategia... muy al estilo
gráfico del Diablo, pero de un estilo completamente
diferente, pues trata de llevar un equipo de personajes a
través de diabólicos mundos contra el Lord del Caos,
Zymran, en un intento de desentrañar el misterio de una
antigua reliquia.
Como también es habitual, el juego está plagado de
películas 3D renderizadas que nos introducirán de
manera magistral en las misiones que tenemos que llevar a
cabo.
Tendremos que manejar a nuestros Marines del Espacio a
través de la galaxia en una campaña de 15 escenarios
estrechamente unidos entre sí... o si lo preferimos,
utilizar el generador aleatorio de misiones para ganar
experiencia y poder para nuestros Ultramarines.
Para crear y configurar nuestro equipo de Marines,
tenemos a elegir entre 50 soldados diferentes, cada cual
con unas características únicas. Tenemos, por ejemplo,
Capitanes, Bibliotecarios (que tienen poderes
psíquicos), Farmaceúticos, Capellanes, Terminators (con
un poder destructivo bestial), Tropas de asalto y Equipos
de Devastación... casi nada.
Además, para los amantes del mundo Warhammer 40.000,
también se incluyen todo tipo de vehículos, como los
Tanques Predator, los Rhino APC y Dreadnoughts.
El combate cuerpo a cuerpo es realmente espectacular,
pues cada Marine tiene hasta 40 acciones diferentes a las
del resto que puede realizar en estas luchas (nada menos
que unos 25 MB de animación por soldado). Esto se
adereza con efectos 3D renderizados de las armas, tales
como llamaradas, lanzamisiles, pistolas de plasma,
cañones laser, granadas torbellino... incluso un
completo sistema de batalla psíquica.
Como un añadido cada vez mas normal también en este
tipo de juegos, tenemos un Editor de misiones muy
versátil (aparte de la posibilidad de generar misiones
aleatorias que ya comentamos).
Para terminar, el juego permite jugar con hasta otros 4
jugadores a través de red local o internet.
Un juego totalmente recomendable para los adictos al
Warhammer 40.000, y también para los adictos a la
estrategia.
--Antonio Corrales
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